Una vez culminado el potencial de
crecimiento de una persona que es alrededor de los 12 o 14 años, en algunos
pacientes, la ortodoncia no es la única herramienta de trabajo para poder
corregir alteraciones que afectan nuestros dientes y cara en general.
Antes de la edad señalada
anteriormente, se puede utilizar aparatologia para estimular y/o frenar el
crecimiento de ciertas zonas de los maxilares como método terapéutico. Estos
aparatos forman parte de lo que se llama ortopedia maxilofacial. Estos aparatos
intervienen en los procesos de desarrollo óseos en los tres planos del espacio,
lo que permite la corrección casi en su totalidad de los problemas relacionados
con las bases óseas de los dientes, no así la alineación dentaria para lo que será
necesaria una segunda fase con aparatologia fija que si sería la ortodoncia
propiamente dicha.
Como ya mencionamos, una vez superado el punto
máximo de crecimiento llamado brote de crecimiento puberal, los resultados con
esta aparatologia ortopédica, se estiman que sean muy pobres por lo que su uso
ya no es ideal. En esta etapa la
aparatologia indicada es la aparatologia fija, que serian los brakets. El problema
es que estos aparatos tienen un límite en las correcciones que se pueden lograr
con ellos, por lo tanto en caso de que
la necesidad diagnostica nos indique que se superan estos límites, se deben combinar con la cirugía ortognática,
donde los cambios por supuesto serán además de dentarios marcadamente faciales.
Sobre los límites de la ortodoncia están muy bien establecidos y en el libro
Ortodoncia, Prinicpios y Técnicas Actuales de los Dres. Thomas Graber y Robert Vanarsdall, en el
capítulo 24, explica muy adecuada y bastante gráfica, dichas limitaciones y los
alcances de la corrección esperada en la cirugía ortognática.
Con la implementación cada vez
más constante de la cirugía ortognática de la mano con la ortodoncia como
opción terapéutica, se abre un abanico de posibilidades para la corrección
adecuada desde el punto de vista estético y funcional de prácticamente cualquier
alteranción en estas áreas. Todo lo anterior se hace basado en un adecuado
diagnóstico hecho en base al conjunto formado por radiografías con sus
respectivos cefalogramas, fotografías, modelos de estudio y las expectativas del
paciente, recogidas en nuestro interrogatorio clínico, teniendo en cuenta
además de la alineación dentaria, la estética facial y los principios de
oclusión y articulares.