El hombre
nace condicionado para respirar por la nariz y alimentarse por la boca,
al romperse ese mecanismo fisiológico se afecta el crecimiento y desarrollo no
sólo facial sino general , cuando la respiración tiende a realizarse a través
de la cavidad bucal se producen una serie de efectos secundarios que van desde
la recepción de un aire cargado de impurezas, frío, seco, deficientemente
preparado para entrar al organismo, hasta los efectos más complejos capaces de
producir afecciones sobre los maxilares, músculos y el individuo de
forma general. En caso de respiradores bucales de larga duración,
se ha observado apatía y dificultades de comprensión con retraso escolar. Se
hace obligado sugerir que cuanto más temprano sea su detección y corregida la
causa por el médico otorrinolaringólogo, la reeducación se verá facilitada.
Cuanto más tarde se realice su diagnóstico, más síntomas del síndrome de
respiración bucal tendrá.
A medida
que se produce el crecimiento en el esqueleto en el respirador bucal hay una atrofia
del maxilar superior con deformidades y asimetría de la bóveda palatina
(paladar ojival), trastornos de calcificación, implantación y oclusión
dentaria. Es necesario mencionar que el equilibrio muscular es uno de los
elementos que ayudan al establecimiento del balance dentario
Otro dato
importante es considerar que al ocurrir habitualmente en niños de 1 a 5 años de
edad, etapa donde se adquiere el lenguaje y etapa base para el aprendizaje
escolar que está por venir la respiración bucal, puede afectar el desarrollo
cognitivo infantil.
Y más aún si a esto le sumamos la pérdida de
audición intermitente que pueden presentar por otitis y/o disfunción tubárica
lo que acentúa más el riesgo de problemas escolares, distracción e inquietud.
Es muy frecuente que las maestras detecten a los niños que "escuchan poco" ya que son niños que aparentemente no prestan atención y molestan en el aula.
Esos niños requieren de evaluación médica para descartar trastornos de la audición secundaria a esta causa o de otro origen.
Es muy frecuente que las maestras detecten a los niños que "escuchan poco" ya que son niños que aparentemente no prestan atención y molestan en el aula.
Esos niños requieren de evaluación médica para descartar trastornos de la audición secundaria a esta causa o de otro origen.
Los niños
respiradores bucales pueden presentar alteraciones posturales como hombros
caídos, tórax hundido y menor respuesta a actividades físicas comunes.
Su detección y corrección depende de la oportuna intervención de un
equipo multidisciplinario, que incluye al pediatra del niño, al
otorrinolaringólogo infantil, fonoaudiólogo, odontólogo, ortodoncistas, etc
Existen cuatro teorías o hipótesis, formuladas con relación a la
respiración bucal y al desarrollo de maloclusiones, siendo la más acertada la
que plantea como la respiración oral altera el equilibrio muscular ejercido por
la lengua, mejillas y labios sobre los maxilares.
Cuando la acción muscular se perturba, el equilibrio entre los labios,
músculos y la lengua actúan de forma anómala sobre los dientes que trae como consecuencia nuevas
y malas posiciones dentarias lo que crea a la vez una acción
muscular anormal que mantendrá estas maloclusiones , así como una marcada
afectación en el desarrollo craneofacial.
La respiración bucal constituye un síndrome que puede ser
etiológicamente diagnosticado por causas obstructivas, por hábitos y por
anatomía , los que respiran por la boca por obstrucción, son aquellos que
presentan desviación del tabique nasal, cornetes agrandados, inflamación
crónica, congestión de la mucosa faríngea, alergias e hipertrofia
amigdalina; los que respiran por hábito
mantienen esa forma de respiración aunque se les haya eliminado el
obstáculo que los obligaba, convirtiéndose en respiradores bucales funcionales,
y los que lo hacen por razones anatómicas son aquellos cuyo labio
superior corto les impide un cierre labial completo.
Las características del cuadro clínico varían en dependencia de la parte
de la vía aérea que esté alterada, de la salud y el biotipo del paciente,
además del tiempo en que esté actuando este hábito, al poder producir en
el niño alteraciones estéticas y funcionales, considerando que en nuestro
medio existe un elevado número de niños que presentan anomalías
dentomaxilofaciales y que dentro de las causas que actúan está la respiración
bucal, lo que nos motivó realizar este articulo con la finalidad de orientar
sobre los efectos que produce la respiración bucal sobre el desarrollo de
maloclusiones, las anomalías
dentomaxilofaciales más frecuentes, así como el comportamiento de las mismas
según la edad y el sexo.